"Absolutamente genial. Fue un sentimiento asombroso. Del todo. Nos volvimos locos. Era nuestro plan durante años, llevábamos desarrollando la consola largo tiempo. Con una meta fijada en movimiento hace tres o cuatro años, vimos todo esto en el evento de febrero sobre cómo hablábamos con los distintos desarrolladores. Ya sabes... `¿qué os gusta de PlayStation 3? ¿qué os gustaría que cambiáramos?´. Todo eso es real. Todo eso pasó", comentó el ejecutivo. "Nuestra meta era la de construir la consola más poderosa posible a un precio asumible, y nos fijamos como meta los 399 dólares. Todos los ingenieros de Japón, dirigidos por Mark Cerny, trabajaron para lograrlo".
"En cuanto Microsoft anunció su precio empezamos a correr arriba y abajo", declaró el ejecutivo sobre la plataforma Xbox One que anunció unas horas antes de la conferencia de Sony que su consola costará 100 euros más. `¡Guau!´. Eso iba a hacer nuestro anuncio aún mejor".