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10 marzo 2011

¿Qué pasa con I Am Alive?

¿Qué fue de ese I Am Alive? Pronto sustituirá a Duke Nukem Forever en el puesto de juego eterno, aunque éste con bastante menos hype. La primera información que puso a disposición Ubisoft la verdad que llamaba mucho la atención y sobre todo con aquel tráiler del E3 de 2008. Ya han pasado casi tres años desde que se viera dicho tráiler.

Ahora me entero gracias a Anaitgames que en el foro oficial del juego muchos usuarios se han quejado porque la reserva que habían hecho hace un año del juego en Amazon ha sido cancelada.

¿Esto qué significa? ¿Se ha cancelado el juego? Una opción menos mala que la cancelación definitivo es la de que salga definitivamente como juego descargable. Esta noticia de que el juego saldría descargable salió hace un mes pero Jade Raymon confirmó que esto no iba a ser así, que había sido una broma. Tanto dar vueltas con el proyecto no una buena noticia para aquellos que como yo estén deseando ver grandes producciones y nuevas IP con ideas originales.

Veremos en los próximos meses que pasa con este título pero huele a fiambre. Es una pena porque lo que comentaron sobre él era un juego con ideas muy frescas y que podían suponer un juego muy original. Un título donde lo que importaba era sobrevivir a la catástrofe que había devastado la Tierra pero esa supervivencia no consistía en eliminar a miles extraterrestres que invadían el planeta. El desastre tenía orígenes naturales y la supervivencia consistía en poder hacerse con los mínimos recursos que había como el agua y pensando en la forma de hacerlo más inteligente. En fin, solamente eran esbozos de un proyecto que ha cambiado de desarrolladora y que Yves Guilemot reconoció hace un par de meses que se estaba replanteando desde cero.

No es por criticar por criticar, ¿pero qué pasa con Ubisoft? A mí me encanta Assassin’s Creed pero estoy deseando ver cosas nuevas como I Am Alive o la secuela del genial Beyond Good and Evil. Veremos si el E3 de este año la compañía gala no sorprende con algo que verdaderamente nos emocione.